Me pidieron un artículo de opinión desde la Agencia Sync sobre un tema que, dos días después, valoraron que ya era demodé.

Me llamo Mar y durante 25 años trabajé en el medio audiovisual. Inicialmente como presentadora, actriz y modelo publicitario. Y luego, con mi propia empresa, una pequeña pyme pionera con la cual ayudé a más de 400 directores de cine a visibilizar sus trabajos creativos por todo el mundo.

En 2013, me puse a investigar la basura después de una conversación con DiegoQuemada-Diez, uno de mis directores quien, tras estrenar en San Sebastián su opera prima “La Jaula de Oro”, me dijo que “el Primer Mundo le hacía comer su basura al Tercer Mundo”.

Mis investigaciones me llevaron a cambiar totalmente mi forma de entender la vida y nuestra historia como civilización. En la escuela no nos enseñan lo básico: la energía es la que nos ha dado alas para tener nuestra actual sociedad y el cambio climático amenaza con destrozarlo todo. En ese momento abrí este 
blog para escribir el que hasta ahora fue un primer artículo de opinión con todos mis descubrimientos.

Tras el shock y después de una serie de acontecimientos personales, decidí dedicarme a ayudar a las mujeres a empoderarse a través de sus creatividades. De 400 directores de cine, menos de 10 eran mujeres. Algo pasa con nuestra sociedad que no da visibilidad a la mujer y sus capacidades.

Al año de crear MUMUAR, empecé a divulgar los problemas del Cambio Climático a través de un programa de televisión que cerró en pandemia. Aunque actualmente y junto a un grupo de científicos y  ecologistas tenemos puesto en marcha un proyecto muy ambicioso para paliar las consecuencias del Cambio Climático.

El lunes pasado, día 3 de enero (justo 8 años después de mi primera publicación por aquí) me contactan desde la Agencia Sync (perteneciente al Ministerio de Ciencia e Información) para pedirme muy amablemente que les escriba un artículo de opinión sobre la película "DON'T LOOK UP". Por supuesto, me puse muy contenta y el día 5 de enero por la mañana ya tenían este texto en su poder:

He visto “Don’t look up” y siento que nuestra actual sociedad está representada magistralmente mediante el gran ramillete de actores que dan vida a cada personaje. Todos conocemos a cada una de las personalidades que en la película se nos muestran:

  • Ese personaje público que sólo quiere estar en política por absoluta vanidad y que no piensa en el bien de sus electores.
  • El “lameculos” que hace todo lo que ese personaje público le dice porque le considera una especie de dios.
  • Ese científico cuya razón queda temporalmente nublada cuando vive el poder de la fama y empieza a sentirse importante.
  •  Esa científica que es ninguneada por ser mujer y tratada como a una loca por decir lo que piensa. Este punto merecería un artículo de opinión aparte. El problema de una sociedad que condena a la mitad de sus individuos sólo por su género es una cuestión que se debería revisar con muchísimo rigor.
  • Ese emprendedor magnate salido de Silicom Valley cuyo lema: “cree en tus ideas hasta que sean realidad” le llevan a despreciar las leyes de la termodinámica y a creer que todo lo que toca se convertirá en oro despreciando la opinión ajena. Esas personas, que tienen tanto dinero acumulado en apuntes contables infinitos han perdido la capacidad de equiparar dinero con algo físico y tangible. Desde su perspectiva lo físico es menos real que esos apuntes que no paran de crecer mágicamente gracias al interés compuesto y a los pasivos. No hay Tierra que sustente ese dinero si se vuelve al modelo oro=dólar anterior al dinero fiat.
  • Ese tipo ruin que es capaz de cobrarle a los demás algo que él consiguió gratis.
  • Esos artistas que son capaces de airear todos sus sentimientos públicamente, pero que cuando conocen a alguien que se preocupa por lo que sienten, se ofenden porque ven su intimidad violada.
  • Esos periodistas que perdieron su capacidad de búsqueda de la verdad y se han convertido en payasos del circo mediático.

Así podríamos estar horas reconociendo a cada personaje en personas que nos rodean y conocemos. Nuestra sociedad está dibujada con absoluta maestría en la película. El resto, si habla del impacto de un asteroide, del Cambio Climático o de la actual crisis energética que amenaza con dejarnos desenchufados y en un estado del bienestar parecido al Renacimiento, da igual. Lo que está haciendo Adam McKay es tocar de lleno en la base del problema: nuestra sociedad incapacidad de cambiar.

Nos falta coherencia.

Quien realmente se preocupa por el Cambio Climático verá que nadará contra corriente si hace lo coherente y lo correcto. De hecho, será tratado como un paria, un rarito y un marginado social porque su conducta será de todo, menos un modelo a seguir (socialmente hablando).

Es muy fácil decirle a la población que deben tener cuidado con su huella de carbón cuando quien lo dice va en avión privado, cambia de móvil cada poco tiempo, renueva su vestuario 4 veces al año, no piensa en los impactos que tiene sobre la Tierra todo lo que consume y, por supuesto, no está dispuesto a cambiar su estilo de vida.

Seamos sinceros, para hacerlo bien debemos dejar de producir para usar y tirar, y empezar a producir para que dure 20 años o más.

Debemos dejar de pensar en viajar tanto para ver mundo. Y si de verdad queremos viajar, debemos hacerlo despacio. Tomarnos un año sabático (o dos) y hacerlo dejando la menor huella de carbón posible, como Greta Thunberg cuya coherencia es intachable.

Debemos dejar de traer alimentos y bienes desde miles de kilómetros de distancia para empezar a potenciar lo nuestro, lo de cercanía. Aunque no sea una rica piña o un microchip prodigioso.

Debemos dejar de querer imitar a los famosos, esos que nos dicen que se preocupan por el Cambio Climático mientras cuelgan fotos en las redes de sus viajes en jets privados, de su carísima ropa o sus absurdos complementos. Otra gran incoherencia. ¿De verdad quieres ser como ellos? ¿No ves que están perdidos y no saben cómo gastar su dinero de manera sana?

Debemos abandonar el capitalismo voraz y extractivista para potenciar pequeños modelos de economía circular más equitativos que ayuden a regenerar la tierra y a potenciar la cohabitalidad con otras especies.

Debemos dejar de pensar en “mi coche” para abrazar todas esas alternativas “car sharing” que ya existen. Potenciar las infraestructuras desde lo comunal (que están pagadas con el dinero de todos por ese motivo).

Debemos exigirles a las grandes empresas que no sigan creando plásticos y utilicen otros envases para sus productos.

Debemos dejar de fabricar y fabricar desperdicios que muchas veces ya nadie compra y se van tal cual a la basura. Estamos acabando con materias primas que no volveremos a encontrar.

Debemos usar la electricidad necesaria para nuestro uso y consumo básico. El resto es un derroche obsceno en tiempos de grandes gastos en facturas eléctricas. Las luces de Navidad solo potencian el consumo y son pan para hoy y hambre para mañana. El 70% de la energía que consumimos actualmente no es renovable y no volverá. Se la estamos quitando a nuestros hijos en un acto muy estúpido de no pensar en el futuro.

Debemos de empezar a pensar que cada gramo de comida que derrochamos es un ser vivo que ha muerto. Actualmente la ganadería, la pesca y todas las verduras y frutas que cultivamos se venden para ser cambiadas por dinero. Gastamos más energía y agua dulce en la creación de alimentos que en nuestros consumos y, sin embargo, depreciamos nuestra alimentación. Antiguamente el gasto por familia en comida era del 50% de sus ingresos, actualmente del 20%. Un valor irreal porque para mantener los precios se desperdicia mucha comida y, además, el gasto está intervenido. Lo que pagamos por alimentarnos ya no se corresponde con su coste real. ¡La alimentación es la base de la vida de cada ser sobre este planeta! Debemos cuidarla como lo hacen los pueblos indígenas que viven de su entorno y son conscientes del coste de cada vida.

Debemos empezar a señalar con nuestro dedo índice para pedir coherencia a nuestros líderes. A todos esos famosos y políticos que son nuestros espejos. ¡¡Estamos a tiempo!! Y si queremos cambiar nuestra actual situación de inacción se impone la coherencia social y que ellos se conviertan en verdaderos modelos de CAMBIO. Nadie va a hacer este trabajo por ti. 

¿Qué te dice tu intuición?

¿Les exigimos que den ejemplo para iluminar nuestro camino y así poder enfrentarnos a este gran desafío con la urgencia necesaria? Todavía podemos alterar nuestra suerte, que sin duda y sin cambio social será la Sexta Extinción Masiva.

Con la ciencia en la mano y todos los conocimientos de los que disponemos paliar el Cambio Climático, regenerar la tierra, conseguir una sociedad más sana y feliz, y obtener alimentos con menos consumo de energía y agua dulce es posible.

PERMACULTURA ES LA PALABRA.



Comentarios

  1. Gracias Mar, por este artículo, muy interesante el análisis de la sociedad a través de los personajes.
    Muy buen artículo, enhorabuena!

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  2. Mar, me ha resultado muy interesante tu texto y me ha ayudado a ubicar algunas ideas que hace tiempo daba vueltas. Muchas gracias por publicarlo.

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  3. Hola Mar.
    Me ha parecido un buen resumen de la situación actual, y me ha gustado sobre todo la forma de relacionar conflictos que en cierta manera son uno solo.
    Gracias y ánimo

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  4. Hola Mar, que buen analisis de la triste realidad.
    Felicitaciones por tú articulo

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